EL PENSADERO
Pensadero

"¿Cuándo una mina te rechaza?"


La eterna duda. Todos los días nos ilusionamos y creemos que la mina de nuestros sueños nos va a dar bola. Pero, ¿cuál es la posta?



El hombre nunca se da por vencido, en especial cuando se trata de una mina. A pesar de que esa chica a la que le tenés las re ganas parece no darte bola, uno siempre piensa que hay otro motivo oculto. Creemos que se hace la difícil, que no habla en serio. Creemos que todavía tenemos una oportunidad. Pero no es así, y tenemos que dejar de ser esos muñequitos que lo único que buscan es un lindo gesto de la otra parte. No señores, hay que aprender a detectar cuándo una mina claramente no está interesada y cuándo hay, aunque sea, una pequeña, diminuta oportunidad.
Desde el principio les voy a decir la clave de todo este asunto. ¿Cómo darse cuenta de la absoluta falta de interés por parte de una mujer? La respuesta: el momento en el que uno debe abandonar toda esperanza es cuando el rechazo es espontáneo. Vamos a imaginar un ejemplo (cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia).
Imaginemos un evento, una fiesta de un amigo, o el primer día de clases en un curso de lo que sea. Ese día la fichás, la mirás, y claramente corrés la mirada cuando pensás que ella te está por mirar (aunque en el fondo sabés que nunca te miró). Al día siguiente le preguntás a un amigo en común sobre ella (en tu cabeza te preguntás si ella habrá preguntado por vos). Conseguís unos datos y te ilusionás con poder verla otra vez, a pesar de que ella no te dirigió la palabra en toda la noche anterior. No importa, puede pasar.
La buscás en Facebook y la agregás. Pasa una semana hasta que ella te acepta. Claramente el pensamiento es: ‘seguro no se conecta mucho y recién ahora vio la solicitud‘. Te ponés contento porque te aceptó como amigo y comenzás a ponerle like a todas sus fotos. Además, empezás a revisar sus gustos y te ponés a subir canciones y frases de los artistas que a ella le gustan, para que te ponga likes y vea que tienen cosas en común. Llegan los likes, y pensás que vas bien (NO SALAME, ES OBVIO QUE LE VA A PONER LIKE A UNA CANCIÓN QUE LE GUSTA). Pero bueno, ponele que no es razón para dar por acabado el asunto. Comenzás a hablarle por el chat y ves que es buena onda. Te responde todas las preguntas que le hacés. Bien, parece que la cosa va encaminada, pero no. La comunicación es cuestión de feedback compañeros. Mínimamente hay que esperar un ‘¿Y vos?‘ de la otra parte. Por más que haya buena onda en las respuestas, sin un feedback no hay interés. Pero a vos parece no importarte, le seguís hablando, haciendo miles de preguntas sobre temas que a esta altura prácticamente inventás. ¿No es suficiente para darte por vencido? Supongamos que no.
La típica, tenés ganas de verla. Le proponés salidas, nunca te dice que no quiere, pero alguna excusa hay. Debe estar muy ocupada seguramente, impresionante la cantidad de cosas que tiene que hacer. NO, CLARAMENTE NO TIENE INTERÉS EN SALIR CON VOS CHABÓN. Pero bueno, puede ser que realmente sea una chica muy ocupada ,¿no? Puede que sea por eso que no te dice un NO definitivo.
Todavía tenés ganas de verla. Arreglás una salida con amigos en común para coincidir. Le pedís a un amigo que haga lo imposible para conseguirte un rato a solas con ella. Tu amigo te hace la segunda, pero a los pocos minutos de quedar solos, ella dice que se tiene que ir. ‘Una lástima, estaba tan cerca‘, pensás. O puede ser que te empieces a dar cuenta de que algo está pasando. Te estás dando cuenta de que ella no te quiere dar bola, y no quiere que llegue ese momento para no lastimarte. Nah, obviamente no pensás eso porque sos un salame. Capaz pensás que se hace la difícil, o que le parece que estás avanzando muy rápido y no quiere apurar las cosas. Por favor… que ilusos podemos ser…
Y finalmente llega el momento en el que sin pensarlo la oportunidad se presenta. Casualmente coinciden en una clase de la facultad. El profesor decidió armar al azar grupos de trabajo y ambos terminaron en el mismo team. El destino parece darte una nueva oportunidad y tus ojos comienzan a brillar de nuevo. Te imaginás yendo a la casa para hacer una maqueta o para escribir un informe. Estás feliz, hasta que ella dice: ‘profe, ¿no puedo estar en el grupo con ellas? (señalando a otro grupo de chicas)‘. Se desploma todo. O se debería. Porque claramente no fue por vos. Fue totalmente espontáneo. Surgió como surge un bostezo, como un comentario al pasar. Cotidiano, espontáneo. En ese momento ya no sé que puede pensar el hombre a su favor. Es el rechazo más inocente, sincero e inconciente a la vez que alguien puede recibir. Ni en figurita te tiene en su cabeza. Ese es el momento en el que si no te rendís, la vas a pasar realmente mal (sabiendo que tendrías que haberte rendido antes). Lo intentaste, pero no hubo chispa, no hubo química, no hubo ni la más mínima señal de interés.
Ya está amigo, eso es todo.


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